La emoción de las cosas


En La emoción de las cosas Ángeles Mastretta, autora de otros libros como Mujeres de ojos grandes o El cielo de los leones, indaga en un gran secreto familiar: el silencio de su padre, que luchó en Italia durante la segunda guerra mundial y volvió a México al cabo de cuatro años que quedaron enterrados para siempre en su memoria.

Ángeles Mastretta es una maestra en el arte de transmitir emoción a través de las palabras. Obtuvo el Premio Mazatlán en México por Arráncame la vida y el prestigioso Premio Rómulo Gallemos por Mal de amores, concedido por primera vez a una mujer. 

La emoción de las cosas tiene todos los ingredientes que han convertido a Ángeles Mastretta en una de las autoras de más éxito de las letras en español, tanto en Latinoamérica como en España. A través de recuerdos, intuiciones e impresiones, atesora el recuerdo de su madre, recupera detalles de vida desde tiempos de sus abuelos hasta el día de hoy, caminando de puntillas por hermosas divagaciones sobre la escritura, la maternidad, la familia, sobre autores como Jane Austen o Isak Dinesen, el miedo, la religión o la muerte. En esta novela personal de narrativa hispanoamericana que nace de las entrañas, la autora entona un canto de sirena que envuelve y seduce. Un monumental mosaico de sentimientos a flor de piel.

Un libro tan hermoso como sabio. «Todas las luces están prendidas, pero yo me he quedado a ciegas en la casa de mi madre. Es una casa, en mitad del jardín, que es de todos. Este lugar lo heredó mi padre de su padre, un inmigrante italiano que llegó a México a finales del siglo XIX. Podría haberse perdido en la nada de las deudas si mi madre no se hubiera aferrado a esta tierra que entonces era un paraje remoto a la orilla de la ciudad. A mi padre le tocó la guerra, y el matrimonio como lo que debió ser la única secuela posible de aquel sueño de horrores: una tregua. La ardua paz que él resumía: "En la iglesia te atan una esponja a la espalda. El presbítero dice que semejante carga habrá que llevarla de por vida con serenidad y alegría...»


(Copiado de la casa del libro.com)

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