El albergue de las mujeres tristes
Floreana, joven historiadora, más bien retraída, llega a un peculiar albergue en la isla de Chiloé. Allí, en medio de los paisajes del sur profundo chileno, acuden mujeres diversas para curar las heridas de un dolor común: el desamor de los hombres.
La incapacidad afectiva masculina es para ellas la clave del desencuentro, y sin embargo, la autora da voz por primera vez a un hombre: el médico del pueblo, que arrastra sus propias heridas. Ambivalentes, reprimidos en el sexo, vacilantes en el compromiso amoroso, los hombres sienten miedo frente a la autonomía que las mujeres han ganado. Mientras tanto, en ellas crece la insatisfacción, el «mal femenino» de nuestro tiempo.
(Copiado de La casa del libro)
La incapacidad afectiva masculina es para ellas la clave del desencuentro, y sin embargo, la autora da voz por primera vez a un hombre: el médico del pueblo, que arrastra sus propias heridas. Ambivalentes, reprimidos en el sexo, vacilantes en el compromiso amoroso, los hombres sienten miedo frente a la autonomía que las mujeres han ganado. Mientras tanto, en ellas crece la insatisfacción, el «mal femenino» de nuestro tiempo.
(Copiado de La casa del libro)
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