El llano en llamas
Libro de relatos perfectos, profundamente enraizados en un momento histórico muy concreto, los años cincuenta, cuando ya era evidente el fracaso de la Revolución mexicana y apuntaban los comienzos del «desarrollo» más salvaje. La obra de Rulfo, sin embargo, va mucho más allá de la excelente literatura mexicana que se ocupa de los mismos temas -como Los de abajo, de Mariano Azuela- y junto con su novela Pedro Páramo, marca un momento límite de las letras hispanoamericanas.
Tras la publicación de los dos libros de Rulfo, ya nada vuelve a ser igual. Lacónicos, de estructuras cerradas, trabajadas con la precisión de un poema, y que permanecen grabados a fuego en la mente del lector, habría que buscar quizá sus antecedentes en los primeros relatos de James Joyce y en el mejor Faulkner, y sumar a la influencia de estos maestros una percepción del tiempo y de la historia profundamente original, y un uso magistral de la lengua castellana y de sus ritmos y resonancias más sutiles.
(Copiado de la casa del libro)
Tras la publicación de los dos libros de Rulfo, ya nada vuelve a ser igual. Lacónicos, de estructuras cerradas, trabajadas con la precisión de un poema, y que permanecen grabados a fuego en la mente del lector, habría que buscar quizá sus antecedentes en los primeros relatos de James Joyce y en el mejor Faulkner, y sumar a la influencia de estos maestros una percepción del tiempo y de la historia profundamente original, y un uso magistral de la lengua castellana y de sus ritmos y resonancias más sutiles.
(Copiado de la casa del libro)
Comentarios
Publicar un comentario