Música blanca
Cristina Cerezales ha conseguido un libro maravilloso, íntimo y sabio que además de revelarnos la experiencia, casi podríamos llamar mística, que marcó los últimos tiempos de Carmen Laforet, es ante todo una bellísima declaración de amor de una hija hacia su madre. Entre el relato de esos últimos tiempos de Carmen Laforet, Cristina intercala fragmentos de una especie de diario de la autora, un diario «hacia atrás» en el tiempo, que llega hasta el momento de la escritura de Nada. (Copiado de La casa del libro)