No voy a pedirle a nadie que me crea
XXXIV Premio Herralde de Novela «No voy a pedirle a nadie que me crea», nos advierten con frecuencia los distintos narradores y personajes de esta historia, en la que lo corriente se transforma en un delirio sin que uno sepa muy bien cómo, en la que lo raro acaba siendo normal y en la que no podemos hacer otra cosa que reírnos, porque todo es hilarante, cotidiano y surrealista a la vez, como la vida misma. Todo empieza con un primo que ya de chico apuntaba maneras de estafador, y que ahora mete al protagonista –un mexicano que viaja a Barcelona acompañado de su novia para estudiar literatura, y que además se llama como el autor de la novela– en un lío monumental: un «negocio de alto nivel» que convierte su estancia en la ciudad en una especie de novela negra de humor también negro, una de esas que a él le gustaría escribir. Por estas páginas desfila una variopinta fauna de personajes impagables: mafiosos peligrosísimos –el licenciado, el Chucky, el chino–; una novia que se llama Valent...